Una reflexión sobre Café Acámica y la cultura de comunidad de nuestra academia

Dicen que en los momentos más difíciles sale a la luz de lo que realmente están hechas las personas. Para todos y todas esta situación de aislamiento fue un jaque, un pase al centro para recibir un gol en contra y sin duda todas las reglas cambiaron. Para nosotros fue un reto esta situación pero sabíamos que teníamos que hacer lo que mejor hacemos: conectar. 

Desde Acámica como equipo de personas se dio un accionar que nos llena de orgullo porque se enfoca en nuestro pilar de colaboración con la gente, a este nuevo proyecto le llamamos “Café Acámica”.

100 días, más de 4000 personas de toda latinoamérica, 48 charlas en vivo y 128 panelistas fueron parte de esta propuesta que buscaba acercarnos desde el aislamiento con charlas centradas en tecnología y habilidades humanas. Queríamos ser parte de la contención que era necesaria en el momento de incertidumbre, para entender que el aislamiento que vivíamos era sólo físico y no social. La consigna era simple: crear comunidad.

Con estas charlas en vivo fuimos abordando temas que a todos como comunidad nos interesan, en un formato de charlas en donde todos somos parte de la mesa de conversación y los encuentros no terminaban con la exposición de las personas invitadas. ¿No les ha pasado que siempre la charla con el café/mate en la mano se extiende? Bueno, queríamos seguir conectando y por eso más allá del espacio en vivo que gestionamos con Acámica, se crearon grupos de WhatsApp para que la conversación continúe.

Y lo mejor es que ¡no fuimos los únicos interesados en conectar! En los cafés participaron invitados e invitadas de las principales organizaciones de la región, como Globant, MercadoLibre, IBM, BID Lab, Natura, La Nación, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Gobierno de Colombia, Stanford, Oxford University, y muchas más. Pudimos conectar con otras academias del mismo rubro que buscaban compartir sus experiencias y fue para nosotros un honor poder crear este espacio en donde todos y todas nos encontramos como comunidad de educación.

Seguimos adaptandonos...

La adaptabilidad es una habilidad clave en el mundo de hoy y en ese proceso de entender la nueva normalidad entendimos que pasados 3 meses del inicio de las cuarentenas era necesario volver a evaluar el panorama en el que estábamos. En ese momento la prioridad era desconectarnos de las pantallas, para cuidarnos emocional y psicológicamente. 

Por estos motivos entendimos que nada es permanente y que debíamos saber cuándo cerrar etapas. La vida de las personas, de las organizaciones y los proyectos son ciclos. Entendimos que había llegado el momento de cerrar esta etapa de los Café Acámica para dar espacio a nuevas propuestas que sigan haciendo crecer la comunidad y fomentando las conexiones humanas más allá de las fronteras físicas.

Estamos absolutamente orgullosos y orgullosas de lo que creamos, agradecemos a quienes se sumaron para aportar sus ganas en un espacio que buscaba nutrirnos como comunidad. Hoy más que nunca tenemos una mirada optimista sobre el futuro gracias a la pasión de todas estas personas que buscan colaborar para hacer de este mundo un mejor lugar. 

¡Nos vemos en las comunidades y mantente atento a las nuevas propuestas que traemos desde Acámica para #AprenderConectados

Nacho Puig Moreno
Cofundador de Acámica & Líder de Café Acámica